20 de noviembre de 2024
Un nuevo movimiento telúrico de magnitud 4.3 se registró en la madrugada de este lunes en el municipio de Pilón, provincia Granma, y otras zonas del oriente cubano, sin que se reportaran daños significativos.
El sismo ocurrió a las 1:52 a.m. (hora local) y tuvo su epicentro a 34 kilómetros al sureste de Pilón, con una profundidad estimada de 10 kilómetros, según informó Enrique Diego Arango Arias, Jefe del Servicio Sismológico Nacional. Sin embargo, una nota inicial del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS) situó la profundidad en 5 kilómetros.
En una actualización a las 2:00 a.m., el CENAIS señaló que hasta ese momento no se habían registrado daños materiales ni heridos. A pesar de ello, el sismo fue ampliamente perceptible en varias localidades. “Se sintió bastante fuerte aquí cerca del epicentro”, escribió un residente de Pilón en redes sociales. Testimonios de usuarios también confirmaron que el temblor fue sentido en Santiago de Cuba y Bayamo, aunque describieron el evento como breve.
Antecedentes de alta actividad sísmica en la región
Este evento se produce en un contexto de intensa actividad sísmica en el oriente cubano, particularmente en la provincia de Granma. Hace dos semanas, un sismo premonitorio de magnitud 6.0, seguido por un terremoto de 6.7, afectó gravemente a la región, dejando un saldo de 10 heridos y daños en al menos 3,752 edificaciones, según cifras oficiales.
Desde entonces, el CENAIS ha contabilizado 5,792 réplicas, de las cuales 125 han sido perceptibles por la población. Los temblores han generado daños significativos, entre ellos la destrucción parcial de infraestructura escolar en Pilón, lo que obligó al traslado de 350 niños a una escuela de campaña ubicada en una base militar con apoyo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Impacto social y humanitario
La situación ha sido especialmente difícil para los residentes de Pilón, muchos de los cuales permanecen en casas de campaña debido a los daños en sus viviendas. Las condiciones de vida, marcadas por la falta de recursos básicos y el temor a nuevos sismos, han generado críticas hacia el gobierno por la limitada respuesta humanitaria.
La ONU informó la semana pasada que ha aumentado a 78,3 millones de dólares (75 millones de euros) el monto requerido para un plan de acción destinado a abordar los daños combinados de los recientes sismos, huracanes y el colapso del sistema eléctrico nacional.
Perspectivas y medidas a futuro
Mientras los sismólogos siguen monitoreando la actividad sísmica en la región, las autoridades trabajan en medidas de mitigación para reducir el impacto de futuros eventos. Sin embargo, el desafío inmediato sigue siendo atender las necesidades de los damnificados y reforzar la infraestructura afectada.
La población oriental de Cuba permanece en alerta, viviendo entre la incertidumbre y la esperanza de que los fenómenos naturales den tregua.